La vida cristiana va mucho más allá del domingo en la mañana u otras reuniones con la congregación. Es muy fácil honrar a Dios como familia; leer, escuchar y pensar en la aplicación de Su Palabra desde la silla o banca cuando todos están (usualmente) en su mejor comportamiento.
Así como comemos al menos tres comidas al día y nos esforzamos por consumir suficiente agua, debemos esforzarnos en integrar la Biblia en nuestro hogar para el sostenimiento de nuestra familia.
Te comparto 7 formas sencillas de integrar la Biblia en nuestro hogar hoy, que no incluyen cuadros con versículos en las paredes, aunque esto también tiene su lugar.
Considera tu situación familiar
Antes de compartirte las formas específicas, quiero tomar en cuenta que la situación familiar de cada una es probablemente diferente. Por lo que es importante que tomes en consideración las particularidades de tu familia.
En el caso de que tu esposo no sea creyente, para él estas cosas no serán una prioridad; aun así, puedes con mucha prudencia practicarlas.
De igual forma, si eres madre soltera, te tocará más responsabilidad que si tienes a tu esposo ejerciendo su liderazgo espiritual sobre tu familia.
Si eres casada, te invito a que compartas estas ideas con tu esposo y que en amor le animes si es necesario a que puedan comenzar a aplicarlas.
También tendrás que ajustar algunas dependiendo de si tienes hijos en casa y las edades de ellos te ayudarán a establecer las expectativas de cada práctica.
7 formas sencillas de integrar la Biblia en nuestro hogar
Ahora sí, veamos las ideas y déjame saber en los comentarios, cuáles ya aplicas y como se ve esto en tu casa.
Haz de tu tiempo devocional una prioridad
Tenemos muchas responsabilidades que cumplir, pero debemos hacer de nuestro tiempo en la Palabra y de oración una prioridad.
Además de tener todos los beneficios para nuestra vida personal. Le estaremos modelando a nuestros hijos y otros familiares, la importancia que le debemos dar a la Palabra de forma individual.
Si necesitas una guía para crecer en esta práctica, hemos creado una y la puedes descargar aquí.
Establezcan un tiempo de devocional familiar
Antes de que comiences a sentir la ansiedad de que hacer, detente. Con esto nos referimos a ser intencionales en establecer un tiempo para con todos los miembros de la familia, leer la Biblia, adorar y orar juntos.
De acuerdo a la edad de tu familia, determinen la duración, cuantos versículos pueden leer, etc. En nuestra familia, usualmente lo hacemos durante el desayuno, los días que no estamos todos a esta hora, entonces lo hacemos en la noche.
Leemos una porción de la Biblia, meditamos en ella, oramos por las necesidades de la familia, iglesia, amigos y cantamos el coro de alguna alabanza.
Quiero recordarte algo, al comienzo de establecer esta práctica se les hará difícil a todos, pero no se den por vencidos. Con el paso del tiempo será más fácil.
Ejerce una Disciplina centrada en el Evangelio
Especialmente si tienes hijos, es muy importante que la Biblia y el Evangelio sean parte esencial en nuestro proceso de disciplina.
Cuando ejercemos disciplina centrada en el evangelio le estamos enseñando que los principios por los que nos regimos no son nuestros, sino los de Dios.
Aprovecha oportunidades para explicarles a tus hijos lo que es la gracia, como se las muestras a ellos y como Dios nos la ha mostrado a nosotros por medio de Cristo.
Si quieres aprender más sobre este tema, te recomendamos los siguientes recursos:
- Como pastorear el corazón de su hijo por Ted Tripp
- Crianza Reverente
Busca respuestas en la Biblia antes que en Google
Hacemos escuela en casa y sé que a veces nuestros hijos hacen demasiadas preguntas.
También sé por experiencia propia que ya sea por el cansancio o la prisa podría ser más fácil o práctico de acuerdo a su edad, decirles que le pregunten a otra persona, a Alexa o que busquen en Google.
Esa estrategia puede ser útil para problemas matemáticos o de la tabla periódica, pero en muchas ocasiones podemos aprovechar esos momentos de curiosidad o incertidumbre que surgen gracias a las preguntas de nuestros hijos e incluso las nuestras para enseñar, aplicar o repasar principios bíblicos.
Con un simple, pensemos que hemos aprendido sobre eso en la Biblia o que historia bíblica te recuerda este suceso.
Educa con una cosmovisión bíblica
Cosmovisión significa la manera de ver e interpretar el mundo. Tener una cosmovisión bíblica implica que entendemos los sucesos del mundo natural de acuerdo a lo que aprendemos de Dios y de su creación por medio de la Biblia.
Hacer esto suena muy complicado, pero comienza por aplicar lo que han estado aprendiendo de Dios y mantener las verdades reveladas en su Palabra en primer lugar en nuestra familia y darle más peso a esas verdades que a otras teorías.
Por ejemplo, cuando vemos las noticias, no simplemente vemos las influencias políticas del momento, sino que también vemos la naturaleza pecaminosa del hombre, la necesidad que tenemos de Salvación y que la redención total es solamente posible en el día final.
Apliquen lo que aprendan en la iglesia
Esta es quizás la forma más fácil de llevar lo que hemos aprendido en la iglesia, como congregación, a nuestro hogar, como familia. Si participamos de estudios bíblicos por edades, de camino a la casa nos preguntamos unos a otros: ¿qué aprendiste hoy?
Aun si participamos todos del mismo servicio o estudio, nos preguntamos de la misma forma, otras maneras de mantener la conversación pueden ser: ¿qué fue lo más que te llamo la atención? ¿Te quedan preguntas?
Para los más pequeños, el que nos respondan cuál cántico fue él que más que les gusto, es una forma de llevar la verdad bíblica del servicio al hogar. Los próximos días, meses y hasta años podremos aplicar esas verdades y principios a nuestros días.
Tomen decisiones basadas en la Palabra
Nuestros días están llenos de decisiones, y podemos tomar muchas cosas en consideración para decidir una cosa u otras.
Usualmente, hacemos una lista de los beneficios y las desventajas para entonces evaluar, a veces incluimos el factor tiempo para entonces tomar una decisión bien pensada.
Como creyentes, debemos hacer esto, pero sin olvidar considerar los principios de la Palabra y que será lo mejor para el crecimiento y la salud espiritual, personal, familiar y de nuestra iglesia.
Empecemos nosotras por aplicar la Palabra a lo que hacemos día a día y enseñemos a los miembros de nuestra familia a hacer lo mismo.
En la práctica
Te he compartido ideas, que utilizamos en nuestra familia, no lo hacemos de forma perfecta, pero cada día procuramos crecer en la manera en que la Biblia está presente en nuestro hogar.
Nuestra meta y espero sea la tuya también, es que podamos disfrutar del consuelo y la confrontación que nos provee la Palabra de Dios.
Al leer estas ideas puede que llegues a uno de dos conclusiones. Primero, que no haces ninguna de ellas. Segundo, que mientras leías, hayas identificado aquellas que ya prácticas y las que puedes mejorar.
¿Estás en el primer grupo? Comienza con la idea número 1, haz de tu tiempo devocional una prioridad. No puedes dar lo que no conoces, y si tratas de hacer las otras sin estar alimentándote frecuentemente de la palabra se te hará muy difícil.
Si estás en el segundo grupo, mira la composición de tu hogar, la etapa en la que se encuentran, y pide dirección a Dios sobre que será más efectivo o que es lo más que necesita tu familia.
Conclusión
Si creemos que la Biblia es Palabra de Dios y anhelamos vivir para Él, debemos ser intencionales no tan solo en estudiarla y leerla, pero también en ponerla en práctica en nuestra vida personal y de nuestra familia.
Luego de un tiempo practicando estas ideas, te será más fácil mantener la Biblia presente en tu hogar y ayudando a que tu familia también crezca en el conocimiento de Dios y aplicando su Palabra.
