Devocional

Debo orar, pero ¿cómo lo hago?

texto: debo orar, pero ¿cómo lo hago?Lucas 11:1 los discípulos piden a Jesús que les enseñe a orar

En esta ocasión estaremos contestando algunas preguntas acerca de la oración. Antes de compartir nuestras ideas o estrategias para crecer en la disciplina de la oración, debemos leer y entender que nos ha dicho Dios sobre la oración. 

Haremos constante referencia a Mateo 6:5-15 y Mateo 7:7-12, por lo que te recomendamos que tomes un momento para leer los pasajes. 

¿Qué es orar y cómo se hace?

Jesús contestó esta pregunta en lo que conocemos como el Sermón del Monte, la oración es una conversación directa con nuestro Padre. Antes de ver los detalles de como orar, tomemos un momento para entender esto. 

Tenemos el privilegio de conversar con Dios, el creador de todo lo que existe; el Santo, Santo, Santo. Podemos acercarnos a Él y hablarle como a un Padre. 

No importa cuál haya sido tu experiencia terrenal con las conversaciones con tu padre, al acercarnos a Dios confiadamente y recibiremos una respuesta de misericordia y gracia. 

En su enseñanza, Jesús nos dejó un modelo de oración y nos dio características que deben ser parte de nuestra conversación. 

¿Cómo se debe orar a Dios?

Debemos orar con sinceridad, no como los hipócritas (Mateo 6:5) que desean ser vistos por los demás. La oración es una conversación con Dios y ese debe ser nuestro enfoque, no que otros nos vean o sepan lo que estamos haciendo, para que su opinión de nosotros crezca. 

Esto no significa que no hay lugar para la oración en público o corporativa, pero aún en esas circunstancias nuestra actitud debe ser centrada en Dios y en sinceridad.

Pablo en su primera carta a los Tesalonicenses los exhorta, igual a nosotros, a orar sin cesar. (v. 17) Esto significa que la oración debe ser parte natural de nuestra vida, que la oración, el conversar con Dios acerca de todo, es parte normal de nuestro día, no simplemente para momentos específicos. 

Lo que nos lleva al hecho de que no necesitamos palabras específicas para que nuestra oración sea efectiva. Así mismo, nuestra posición al orar no es lo más importante, lo más importante es nuestra actitud al comunicarnos con Dios. 

Si bien es cierto, que estar a solas o cerrar nuestros ojos nos ayuda a concentrarnos y enfocarnos en la oración, nuestras posiciones no determinan el valor de nuestra oración.

Un ejemplo de oración

Jesús nos dejó un ejemplo de como orar, lo conocemos como el Padre Nuestro. Pero esta oración no es para simplemente ser memorizada y repetida, ya que antes de enseñar este ejemplo Jesús recalco que no hiciéramos vanas repeticiones. (Mateo 6:7) ¿Entonces como uso el Padre Nuestro, como ejemplo de oración?

El Padre Nuestro nos resume como debemos acercarnos en oración a Dios, utilizando nuestras propias palabras y con sinceridad:

  • Reconocer quien es Dios y adorarlo por quien es Él.
  • Anhelar que su voluntad se cumpla en nuestras vidas y en este mundo.
  • Presentar nuestras necesidades.
  • Pedir perdón por nuestros pecados y su poder para perdonar a otros
  • Rogar por su protección en medio de las pruebas.

¿Recibiré todo lo que pida?

Jesús dijo que si pedimos, recibiremos. (Mateo 7:7) Pero la realidad es que no recibimos las respuestas que esperamos a todas nuestras oraciones. 

Es importante que consideremos lo siguiente, Jesús no está diciendo que Dios tiene la obligación de darnos todo lo que pidamos, en ninguna parte de la Biblia vemos esta idea. 

Por el contrario, nos enseña que Dios, como nuestro buen Padre Celestial, nos dará las buenas dádivas que necesitamos. 

Es necesario que consideremos lo que estamos pidiendo, Jesús no se refiere a las cosas que se me puedan antojar, sino a las necesidades reales que tenemos. Comenzando por las necesidades espirituales. 

En el resto del Sermón del Monte, Jesús ha estado exhortándonos a anhelar las cosas de arriba, a hacer tesoros en los cielos, a servir a Dios con todo nuestro ser.

Santiago (4:3) nos advierte que no recibimos porque pedimos con malos propósitos, para gastar en nuestros placeres. 

¿Qué nos enseña la Biblia sobre la oración?
Debo orar, pero ¿cómo lo hago? 3

¿Qué es orar con fe?

Entonces, escuchamos a muchas personas decir (y hasta acusarnos de) que si no recibimos la contestación que esperamos a nuestra oración es por falta de fe. 

Orar con fe, es tener esa conversación sincera con Dios llena de confianza en quien es Dios. Al orar con esta confianza, sabemos que no importar nuestra necesidad, Dios responderá de acuerdo a lo que realmente necesitamos y que este dentro de su voluntad.

Pues descansamos en que Él no miente, que cumple sus promesas, que es un buen Padre.

Te invito a leer y meditar en Hebreos 11, para ejemplos bíblicos de la fe en acción. 

Veremos ejemplos de aquellos que recibieron su respuesta “fuera de tiempo”; aquellos que no vieron la tierra prometida, pero recibieron entrada a la ciudad celestial; aquellos que alcanzaron victoria en esta tierra y aun aquellos que murieron a filo de espada. 

Aprendemos que orar con fe, es pedir a Dios con confianza, sabiendo que todo obrará para bien a nosotros los Hijos de Dios, de acuerdo a su voluntad. (Romanos 8:28)

Conclusión

¿Qué nos enseñó Jesús acerca de la oración? La oración es una conversación directa con Dios, la cual debe ser sincera y sin vanas repeticiones. Por la cual recordamos y reconocemos quien es Dios, pedimos perdón y el poder para perdonar y para resistir la tentación. Además, presentamos nuestras necesidades, con la fe (confianza) de que nuestro Padre Celestial, responderá de acuerdo a su voluntad. 

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