Estudio Bíblico

Jesús: el cumplimiento de las profecías en el Antiguo Testamento

Título del Blog: Jesús, el cumplimiento de las profecías del antiguo testamentoVersículos de Lucas 1:32

Mientras leemos la Biblia podemos ver el Plan Redentor de Dios, el Antiguo Testamento está lleno de profecías y promesas que dan detalles de ese plan. En Jesús vemos el cumplimiento de las profecías y el desenlace del Plan Redentor de Dios. 

Dios nos proporcionó esa reconciliación en Jesucristo, y cuando miramos hacia atrás a las narraciones y profecías del Antiguo Testamento, podemos comenzar a ver destellos de cómo se cumpliría esa promesa en Cristo. 

Podemos pasar mucho tiempo explorando y profundizando en cada uno de esos detalles, en esta ocasión estaremos prestando más atención a unas de ellas para que podamos apreciar aún más la obra redentora de Cristo por nosotras. 

Un Profeta y Reinado Eterno (Deuteronomio 18:15)

Confirmando esta promesa a David, Dios dijo: “De tu descendencia pondré sobre tu trono… sobre tu trono para siempre.” (Salmo 132:11-12) 

Luego las palabras del profeta Miqueas (5:2-4) dieron más detalles de este futuro Profeta y Rey, declarando que él será parte del clan de Judá y vendrá de Belén. 

Al leer la genealogía de Jesús en Mateo 1:2-17 y Lucas 3:23-38 podemos identificar la relación con Judá y David. 

Cuando el ángel le informó a María sobre el hijo que daría a luz, le dijo: “Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre.” (Lucas 1:32)

Jesús sentado a la diestra de Dios, cumple la promesa hecha a David de que su descendencia estaría en el trono para siempre. 

La Venida del Mesías (Isaías 9:1-7)

En el versículo 7 del capítulo 9 de Isaías se menciona que el Mesías, reinará sobre el trono de David. 

Los versículos 1 y 2 dicen que Él traerá honra a Galilea y será una luz para los que viven en tinieblas. Al comienzo de su ministerio, Jesús fue a Galilea (Mateo 4:12-25) y allí comenzó a enseñar en las sinagogas, a predicar la buena noticia de que el Reino de los Cielos se ha acercado. 

Allí también comienza a sanar a los enfermos, y llama a sus discípulos. Mateo incluso cita la profecía de Isaías, estableciendo una conexión directa entre Jesús y el Mesías prometido. 

El Siervo del Señor (Isaías 42:1-7)

En esta profecía se presenta al Siervo del Señor como el cumplimiento del pacto de Dios con su pueblo. 

Este Siervo es descrito como el Elegido en quien el Señor se complace, ungido por el Espíritu Santo; con un ministerio humilde; luz de las naciones y liberación de todos los pueblos. 

La voz del cielo durante el bautismo y la transfiguración de Jesús decía: “Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.” (Marcos 1:11; 9:7) 

Mateo afirmó que Jesús era el cumplimiento de la profecía de Isaías mientras nos mostraba el carácter humilde de Jesús. (Mateo 12:15-21)      

El Sufrimiento Propiciatorio (Isaías 53)

Isaías 53 describe la obra del Siervo, de sufrimiento propiciatorio y redentor. “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores.” (v. 4) 

En los Evangelios leemos historia tras historia de cómo Jesús sanó y cargó con el costo del dolor y la enfermedad de otros. (Mateo 8:17) 

“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados” (Isaías 53:5), cumplido finalmente en la crucifixión; Jesús sufrió el dolor físico y la agonía espiritual al pagar el precio del pecado de la humanidad. 

Toda esta agonía expresada en el grito: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Salmo 22:1; Marcos 15:33-34)

Su Resurrección (Salmo 16:10)

Su muerte fue necesaria para cumplir el pacto de Dios, pero no fue el final para el Santo, sería resucitado de la tumba, como se menciona en el Salmo 16:10 “Porque no me dejarás mi alma en el Seol; No permitirás que tu santo vea corrupción”. 

David sabía que él era frágil, pero que la promesa de Dios sería una realidad total en el Mesías. 

Después de resucitado, Jesús dijo a sus discípulos: “Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día”. (Lucas 24:46)  

Conclusión

Hemos visto solo una muestra de las muchas profecías en el Antiguo Testamento cumplidas por Jesús. 

Lo cual nos da una imagen asombrosa de cómo Dios obró todo para cumplir la promesa en Génesis 3:15, el Mesías reconciliará a los hombres con Dios, siendo el siervo sufrido que finalmente derrotó a Satanás con Su resurrección. 

Jesús mismo dijo: “que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, los profetas y los salmos”. (Lucas 24:44) 

¡Que el Señor también abra cada día nuestros ojos para ver esta verdad mientras leemos la Palabra y que podamos compartirlo con otros!

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