En la sección anterior estudiamos como somos llamados a revestirnos de nuestra nueva naturaleza. Llamados a tener nuevas prioridades en nuestra vida y que estas se reflejan en nuestras acciones y actitudes. Ahora seremos exhortados a restaurar el diseño de Dios.
Recordemos que Pablo le escribe a los Colosenses exhortándoles a no dejarse engañar por aquellos que les dicen que tienen que cumplir con unos ritos o abstenerse de algunas cosas en particular. Además, les recuerda el gran sacrificio que hemos recibido por Cristo y como en respuesta a ese sacrificio morimos a nuestros deleites y vivimos para hacer todo como para el Señor.
El Diseño de Dios
En el capítulo 3 versículos del 18 al 25 veremos ejemplos específicos de como debemos comportarnos aquellos que hemos resucitado con cristo en las distintas áreas y roles de nuestras vidas. El revestirnos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia (Colosenses 3:12) nos llevará a poder cumplir con estos roles según el diseño de Dios y haciendo todo para su Gloria.
Antes de entrar en los detalles generales del pasaje; quiero aclarar que Pablo no menciona todos los posibles casos en las relaciones humanas. Menciona categorías y en cada una de esas categorías ciertamente han ocurrido, hemos visto y experimentando el abuso de la autoridad.
Sin embargo, al ser nuevas criaturas, ya no podemos seguir viviendo como el mundo lo hace, gobernados por nuestros deleites. Ya hemos muerto a ellos, hemos resucitado a una nueva vida, tenemos una nueva meta que es la restauración del diseño de Dios.
Gloria Furman comenta en el libro Raised Together, “No podemos vivir en contra del futuro de nuestra esperanza.” Nuestra nueva vida, como resucitados en Cristo, debemos vivirla lo más cercano al diseño original de Dios. Es a este diseño al que Pablo está haciendo referencia en esta sección.
Vemos un grupo de personas y una exhortación a ejercer sus roles de forma que honren al Señor. Podríamos entrar en múltiples detalles de cada uno de estos roles, pero solamente presentaremos algunos.
Mujeres… (v. 18)
La exhortación a las mujeres es a someterse a sus maridos, como conviene en el Señor. Como mencionamos antes, usualmente al escuchar esta exhortación corremos a pensar en todos los abusos que esto ha traído, pero lo que más me llama la atención es que nos dice que debemos hacerlo porque nos conviene, nos será beneficioso, porque es el diseño de Dios.
En las versiones en inglés utiliza la palabra “fitting” que la utilizamos para referirnos a cuando nos probamos una ropa y nos queda bien; es cómoda y nos hace lucir bien. Así debe ser nuestra visión renovada de la sumisión, cuando somos nuevas criaturas buscando ser revestidas con nuestra nueva naturaleza. La sumisión nos conviene, nos hace bien. No nos hace ser menos o débiles, nos conviene.
Maridos… (v. 19)
Los maridos son llamados a amar sacrificialmente a sus esposas. Recordemos como en la carta a los Efesios Pablo compara la relación del matrimonio con la relación entre Cristo y la Iglesia. Los maridos tienen esta responsabilidad y es así que agradan al Señor.
Mientras se entregan sacrificialmente por sus esposas. Les recuerda que la aspereza no es la manera de comunicarse, sino que han de revestirse de ternura, compasión, bondad, etc. como les había mencionado anteriormente.
Hijos… (v. 20)
A los hijos en la etapa que se encuentren les exhorta a ser obedientes a sus padres, nuevamente porque esto agrada al Señor. Recordando que este ha sido un mandamiento establecido desde la antigüedad y debe seguir vigente en nuestras vidas restauradas.
Padres… (v. 21)
Mientras los padres debemos cuidar de no exasperar a nuestros hijos y tener cuidado de la manera en que los tratamos para que no se desalienten; que no se desalienten en su relación con el Señor por la manera en que nosotros padres creyentes los tratamos.
Siervos… (v. 22-25)
A los siervos trabajadores les exhorta a hacer todo lo que hagan con temor al Señor, les recuerda que, aunque tienen que servir a sus amos, su herencia final y su justicia no provienen de los señores que tengan en esta tierra, sino de Cristo.
Les recuerda que al estar bajo autoridad experimentaran mal e injusticias, pero les recuerda que todo mal hecho de este lado de la eternidad tendrá sus consecuencias, en el momento o en el día final.
Amos… (4:1)
Aquellos en autoridad deben procurar ser justos y equitativos, no para ser considerados buenos amos, sino porque ellos mismos responden al Señor quien tiene más autoridad que lo que ellos pueden tener aquí en la tierra.
Nuestra Respuesta
Si deseas estudiar más a profundidad las implicaciones de nuestra nueva vida en cuanto a nuestros roles y relaciones, puedes estudiar el pasaje similar a este en Efesios 5 y 6. Para culminar quiero recalcar lo siguiente: de este lado de la eternidad, nuestra meta es que este diseño de Dios sea restaurado y ejecutarlo lo mejor que podamos según su poder.
No alcanzaremos la perfección, pero debemos procurar acercarnos cada día más a ese diseño. Debemos recordar que, así como yo estoy luchando por vivir según este diseño, mi esposo está luchando por cumplir su parte; mi jefe si es creyente también está luchando por esto y a todos nos resta mucho camino por andar.
Si nuestras relaciones son con personas que aún no han nacido de nuevo, que no han sido resucitadas en Cristo, no podemos esperar que quieran vivir o quieran intentar vivir de acuerdo con este diseño. El principio fundamental que comparte Pablo es que como creyentes debemos procurar vivir según nuestra nueva naturaleza, en contra de la cultura del mundo caído y sobre todo que nuestras acciones agraden y honren al Señor.
Nuestra norma para evaluar nuestras acciones debe ser esa: ¿Estas acciones honran al Señor y su diseño en la creación?
Gracias por acompañarnos hasta aquí. En la próxima sección continuamos discutiendo el capítulo 4 en el cual seremos alentadas con los ejemplos de las vidas de aquellos cerca de Pablo y de los colosenses.
