Las riquezas que anhelan tu corazón y el mío pueden ser las mismas o diferentes; sea un peso ideal, la casa de nuestros sueños, los niños bien portados, un matrimonio de película, viajes que contar, logros educativos o en el trabajo; no importa el nombre que le pongamos todas estas cosas sutilmente nos llevaran a buscar maneras de alcanzarlas que están fuera de Cristo.
Cristo, La esperanza de la Gloria (Colosenses 1:24-29)
Todos tenemos este llamado de dar a conocer a otros la esperanza de gloria que tenemos en Cristo. No importa cuan lejos vayamos a cumplir este llamado, de un país a otro, de la sala al comedor, dos casas más arriba en nuestra calle; el Señor nos dará el poder para enfrentar los sufrimientos que lleguen.
La naturaleza de Cristo (Colosenses 1:15-23)
Mientras lo hacemos recordemos que Pablo tiene la meta de resaltar la supremacía de Cristo para animar a los colosenses a no dejarse llevar por enseñanzas vanas. Lograrán esto entendiendo quien es Cristo y las implicaciones de su obra redentora para nuestras vidas. Saber de donde proviene nuestra redención y nuestra esperanza, le dan aún más valor a las mismas.
En la Luz (Colosenses 1:13-14)
No permitamos que la cotidianidad de este mundo y ni siquiera la de vivir la vida cristiana nos limite de entender cuan maravilloso es que hayamos sido redimidas.
Conocimiento de la Voluntad de Dios (Colosenses 1:9-12)
Mientras leo la oración de Pablo por los colosenses y el relato de Eva, empiezo a ver las similitudes entre ellos; y también empiezo a ver un reflejo de mi vida.