Homeschooling

¿Homeschooling? Mi hijo tiene necesidades especiales

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Un poco de mi

Soy resultado de la escuela pública y en ningún momento me cruzo por la mente la idea del homeschooling. Luego de tener a mis dos hijos comencé a conocer más familias que educaban en casa.

La idea empezó a ser más familiar, pero, aun así, no lo veía como parte de mi futuro. No porque me faltara convencerme de los beneficios de hacerlo, sino porque no me sentía capaz de cumplir esa tarea.

Como bibliotecaria he ofrecido multiples talleres y adiestramientos, tarea que disfrutaba muchisimo. Soy maestra de niños en nuestra iglesia y cuando tengo la oportunidad de enseñar en el ministerio de mujeres me siento muy satisfecha. Pero, por alguna razón la idea de enseñar a mis propios hijos en el contexto escolar no fue algo natural.

¿Qué cambio en cuanto al homeschooling?

Ese primer año que Jonatán, no verbal y con un diagnóstico de autismo, fue a la escuela por primera vez fue aterrador el no saber en detalle como fue su día, que hacía, como lo trataban, etc. Él se veía feliz, pero al finalizar ese primer semestre sabía que algo tenía que cambiar.

Jonatán ya tenía 7 años y era difícil verlo batallar con tareas que un preescolar podía dominar. Toda la mezcla de emociones empezaron a traer nuevamente la pregunta: ¿debemos educarlo en casa?

Después de meses de oración, consulta con otras mamás homeschoolers, sus terapistas y cualquier persona que se me ocurrió conversarlo, tomamos la decisión, haríamos homeschool.

Mi emoción de darle otras alternativas rápidamente se convirtieron en preocupación y ansiedad. Con lo investigadora que soy, comencé a leer libros, artículos, blogs, foros todo lo que encontrará sobre el tema.

Comencé a bombardear a mi esposo con información y datos, tratando de convencerme a mí misma de que todo estaría bien y que era lo mejor para su desarrollo.

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Vamos a hacerlo

Ese verano hicimos un tiempo de prueba para “trabajar” juntos, a conocernos en cuanto a cómo me gusta enseñar y como a él le gusta aprender. Comenzamos con mejorar su manejo del lápiz, practicando una y otra vez, con un libro pizarra.

Fue hermoso ver su sorpresa ante su progreso y lo que ya estaba logrando hacer. Tomamos la decisión correcta; aun así, seguía batallando con la idea de hacer esto todo el tiempo, te comparto los 7 principios que me recuerdo aún hoy.

Planifica a corto plazo

Piensa en lo que puedes trabajar en este mes o este año. No te abrumes con qué enseñarás en high school si todavía están en preescolar. Los planes pueden cambiar, en nuestro caso han cambiado hasta en la misma semana. Establece metas a corto plazo y sencillas, luego agrega más.

Metas prácticas basadas en sus necesidades

La comparación es mortal, sobre todo cuando comenzamos a enseñar en casa. Nuestras metas deben estar basadas en las necesidades de nuestros hijos y no en lo que otros niños de su edad pueden hacer, incluyendo a los hermanos en casa. Para Jonatán tengo una meta general, que alcance su independencia. Basado en eso establezco las demás metas y les doy prioridad.

Toma el tiempo necesario en cada destreza

A veces, al ver currículos esperamos seguir el calendario tal cual, tomo el tiempo necesario. No impongamos ni a ellos ni a nosotros expectativas innecesarias, el estrés de querer seguir un calendario fijo no nos ayudará en nada. Puedes tener un plan general pero sé flexible.

Usemos aquello que lo motive y le llame la atención

En nuestro caso utilizamos comida y rompecabezas para introducir conceptos y practicarlos. ¿Qué mejor manera de comprender más o menos que con cereal o galletitas? Una de las razones para educar en casa es que podamos ajustar las enseñanzas a la manera que puedan aprenderlo mejor.

Días libres y múltiples recesos durante el año

De acuerdo a las necesidades de tu familia, establece días libres y recesos durante el año. En nuestro caso, muchas veces tomamos recesos de acuerdo a la regulación sensorial de Jonatán. Así también “trabajamos” días no planificados, pero en los cuales él está listo para hacerlo.

Aprender es divertido

Esta ha sido una prioridad en nuestro hogar. El trabajo puede ser variado y unas tareas más preferidas que otras, pero descubrir algo nuevo debe ser divertido. Incluimos actividades variadas y cuando descubrimos algo nuevo o dominan una destreza celebramos.

Descansaremos en el Señor en medio de esta aventura

El proceso será extenuante y en ocasiones pensarás que no podrás seguir y el único lugar donde conseguirás descanso es en el Señor. Dedica tu tiempo a prepararte para educar a tus hijos, pero no descuides tu tiempo de oración y lectura bíblica. Podrás leer mucha información que te ayude a estructurar tus planes en cuanto a la escuela, pero es tu tiempo con el Señor lo que te sostendrá a largo plazo.

¿Qué les enseñamos?

En otra publicación compartiré como decidí que haríamos ese primer año y los recursos que utilizamos. Pero sobre todo recuerda que cada niño es diferente y lo meas importante es pensar en sus necesidades. Eventualmente, compartiremos lo que hemos hecho en los demás años y lo que he aprendido en el proceso.

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