Devocional Despierta Alma Mía

Despierta Alma Mía: Semana 4 (Salmos 16 al 20)

Salmos 16 al 20
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Salmo 16: El Señor, Herencia del Justo en Vida y Muerte

Durante las pasadas semanas hemos visto varios Salmos en los que David ha estado clamando por el cuidado y la provisión de Dios. En esta ocasión vemos como David recuenta las bondades que recibe el justo, aquel que ha buscado refugio en Dios y reconoce que no hay bien fuera de ese refugio. (v. 1-2) Al leer este recuerdo la historia de Rut, quien al buscar refugio en Booz este le recuerda (Rut 2:12) que busco un refugio mayor en el Dios de Israel, alcanzando no tan solo provisión, sino también Salvación.

Expresiones tan absolutas como: ‘Ningún bien tengo fuera de ti’ y ‘es hermosa la herencia que me ha tocado’ son expresiones de que el salmista se deleita en la provisión de Dios luego de toda la desesperanza que ha vivido. Al mismo tiempo nos exhorta en el versículo 4 a ni siquiera considerar ofrecer nuestra adoración a otros dioses; pues esto solamente conducirá a nuestra aflicción. Procuremos vivir en su presencia, por medio de la oración y meditar en su palabra; y disfrutar de la Herencia que el Señor nos ha provisto por medio de Jesús: bienes, gozo, alegría y aún más importante la salvación de nuestra alma.

Pensemos….

Las verdades de la Palabra de Dios que leemos y escuchamos se guardan en nuestra mente, ¿sacamos un tiempo a diario para reflexionar en las verdades que hemos aprendido y aplicarlas a nuestra vida?

Oremos …

Para que el Señor nos ayude a regocijarnos en la herencia que nos ha dado, y que se ella la razón de nuestro gozo y seguridad.

Salmo 16
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Salmo 17: Oración Pidiendo Protección

Al leer esta oración de David podemos aprender varios principios que nos ayudarán a conocer más a Dios y acercarnos constantemente a Él.

  • Presentemos siempre a Dios nuestra necesidad. En nuestro dolor, aflicción o necesidad nuestra primera opción debe ser presentarnos a Dios, con un corazón sincero, de forma simple en nuestro hablar y con un corazón ferviente, siendo honestas en cuanto a nuestras emociones. La contestación de Dios no siempre será tan pronta como esperamos, pero de seguro será basada en su misericordia y de acuerdo a su voluntad.
  • Propongámonos vivir de acuerdo a su Palabra y vivir en justicia. Especialmente cuando estamos sufriendo mal de parte de otras personas, debemos recordarnos no caminar en violencia ni en tramas para sacar ventaja de otros; sino en reflejar el carácter de Dios en nosotras.
  • Debemos saciarnos no de lo material, sino de contemplar el rostro de Dios. Siempre tendremos necesidad de algo más material; y al alcanzarlo desearemos otra cosa más. El salmista nos invita a saciarnos en Dios antes de buscar nuestra satisfacción en otras cosas. Y ¿cómo veremos su rostro? Juan 1:18 nos dice: Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, Él lo ha dado a conocer. Por medio de Jesús, podemos contemplar a Dios.

Pensemos…

¿Dónde corremos en nuestra necesidad? ¿Es la oración una parte vital de nuestra vida o solo es una actividad de momentos particulares?

Oremos …

Ayúdanos señor a mantener nuestra mirada y nuestra confianza en ti, quien guarda de nosotras; con la seguridad de que tú escuchas nuestras oraciones.

Salmo 17
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Salmo 18: Himno de Victoria

No sé qué piensas mientras comienzas a leer este Salmo, pero los primeros 17 versículos hacen que mi corazón se acelere y se llene de temor, temor de reverencia y asombro al ver cuán grande es nuestro Dios, cuál es su fuerza. Me recuerda lo inmenso, todo-poderoso y soberano que es Dios y me asombra de como aun así él tiene tal cuidado de nosotras. Es hermoso ver como David reconoce que sus victorias son ciertas por el poder y la fuerza que Dios le ha concedido.

Hace unos días me sentí abrumada por las cosas que tenía pendientes de hacer y mi corazón estaba triste y agotado; y lo único que quería hacer era sentarme a llorar. Pero eso no paso porque Dios de la manera más inesperada me mostró su cuidado por mí y mi familia; y retomé fuerzas, y aunque ya era tarde re-comencé mi día.

Aun así, esto fue así no por mis fuerzas o por mi inteligencia emocional; sino porque el Señor me recordó que Él es mi roca, mi castillo, mi Dios, mi fortaleza, mi escudo, mi confianza, mi alto refugio y mi salvación. Permítele a Dios aún en los momentos más difíciles de tu día mostrarte como Él es esto y más para ti.

Pensemos…

¿Reconocemos que nuestras fuerzas y victorias provienen de Dios, en nuestro día a día? Repasa el salmo y reflexiona en el poder y majestad de Dios en las descripciones que nos ofrece David.

Oremos …

Para que Dios nos ayude a descansar en su poder, a recibir sus fuerzas para seguir adelante y sobre todo para vivir delante de Él.

Salmo 18
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Salmo 19: Las Obras y la Palabra de Dios

Los primeros 6 versículos, nos recuerdan que toda la creación es evidencia de la existencia y poder de Dios. Nos da certeza de que la obra de Dios, su creación, habla de su creador y confirma que esta obra no ha sido al azar, sino que ha sido diseñada y creada por Dios. Me gustan mucho los versículos 3 y 4 cuando dice no se escucha su voz, pero corrió por toda la tierra; pues me hace pensar si aún la creación que no tiene voz puede dar a conocer la Gloria de Dios de una forma tan impresionante; cuanto más podemos hacer nosotras con nuestra voz y nuestras palabras.

La continuación del salmo nos recuerda cuan hermoso es vivir de acuerdo a la Palabra de Dios; y vivir deseando guardar sus mandamientos. ¡Qué reto! Que nos deleitemos en la forma de vivir diseñada por Dios, la cual nos enseña por medio de su palabra; y no de acuerdo a lo que nos enseña nuestra cultura. Negarnos a sacar ventajas personales de las situaciones; mantenernos humildes; reconocer nuestros errores y pecados; y que nuestras palabras sean gratas.

Pensemos…

¿Qué cambios necesitamos hacer para vivir según el diseño de Dios y no como me dicta nuestra cultura? ¿Son nuestras palabras portadoras de la gloria de Dios como lo son los cielos?

Oremos …

Hagamos nuestra la oración del Salmista, haznos gratos delante de ti Señor y que tú seas nuestro mayor deleite.

Salmo 19
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Salmo 20: Oración por la Victoria sobre los enemigos

El salmista nos exhorta a clamar a Dios con la confianza de que Él responderá a nuestras oraciones y de que ya ha provisto la victoria (la salvación) para nuestras vidas. En muchas ocasiones he escuchado mal expresadas las palabras de este Salmo; particularmente el versículo 4. Aunque si es cierto que Dios contestará nuestra petición, no podemos olvidar dos cosas: primero, que las contestará en su tiempo; de acuerdo a su voluntad, no de forma instantánea; segundo, que debemos pedir bien con un corazón íntegro y justo, no para nuestros propios placeres. (Santiago 4:3)

Tenemos ya la victoria, nuestro mayor anhelo, nuestra mayor necesidad, ya Dios la ha contestado; nos ha salvado y por esa razón debemos vivir exaltando su nombre y dando a conocer su salvación a otros. Clamemos con la confianza de que Dios nos escucha, de que Él contestará no desde nuestra perspectiva, sino de aquel que conoce el antes, el hoy y el después y su respuesta será la mejor. ¡Confiemos y Clamemos!

Pensemos…

¿Está nuestra oración marcada con confianza en Dios y en su respuesta? ¿Estoy pidiendo mal, para mis deleites o para que mi vida sea más conforme a Dios?

Oremos …

Ayúdanos a poner toda nuestra confianza en tu Dios y que clamemos en medio de nuestra necesidad sabiendo que nuestro mayor problema ha sido resuelto, nos has salvado y que así mismos responderá a nuestras otras necesidades.

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A menos que se indique lo contrario, citamos la Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy. En ocasiones haremos referencia a un comentario por W. S. Plumer titulado Psalms publicado por The Banner of Truth Trust en 2016

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